Colocar el queso en un plato y llevarlo a la heladera a secar por lo menos un día, girando cada 6 horas para que se seque de manera uniforme.
Al momento de cocinarlo, calentar una sartén a fuego fuerte, agregar una cucharadita de aceite y colocar la rodaja de queso.
No mover para lograr un buen sellado. Cuando tome color dorado, dar vuelta la rodaja con la ayuda de una espátula y terminar de sellar a fuego suave.