Batir la manteca con el azúcar, agregar la yema y el huevo de a uno. Incorporar la ricotta, luego agregar la harina y el polvo para hornear. Dejar enfriar en la heladera mínimo 1 hora.
Estirar, cubrir una tartera de 26 cm enmantecada y enharinada, enfriar nuevamente en heladera. Colocar papel de aluminio sobre la masa y porotos o pequeñas piedritas por encima para generar algo de peso y evitar que la masa se
eleve y deforme durante la cocción.
Llevar a horno precalentado 180ºC hasta que los bordes estén dorados. Retirar del horno, quitar el papel aluminio y los porotos, llevar a horno nuevamente y cocinar hasta que la tarta esté dorada. Enfriar.
Lavar los limones y secarlos bien. Rallar la cáscara de los 5 limones con rallador fino evitando la parte blanca (utilizar solo lo amarillo). Cortar los limones a la mitad para extraer el jugo necesario para la preparación (150 ml). Colar para retirar las semillas.
En una cacerola colocar la ralladura de limón, el jugo, el azúcar y los huevos previamente mezclados. Llevar a fuego suave. Ir revolviendo cuidando para que la mezcla no se pegue. Cuando rompa hervor y la preparación espese, retirar la mezcla del fuego y pasarla por un colador fino.
Dejar reposar unos minutos. Incorporar la manteca cortada en cubos, mezclando con un batidor. Reservar.
Colocar las claras con el azúcar en un bol metálico o de vidrio. Llevar a baño maría (entre 50ºC y 60ºC) revolviendo con batidor hasta que se hayan disuelto los granos de azúcar.
Retirar del fuego y batir hasta que el merengue forme picos y se enfríe.
Colocar la masa de tarta ya fría en una fuente. Agregar dentro el relleno de limón. Cubrir con el merengue.